En Texas funciona una de las baterías más grandes y potentes que se han construido. Se utiliza para funcionar como «buffer», para el almacenamiento intermedio de energía entre un parque eólico y la red eléctrica.
De este modo la batería aporta electricidad de forma lo más constante posible a la red, amortiguando las variaciones en la fuerza del viento y por tanto en la cantidad de electricidad producida por los aerogeneradores.
La batería, de 43,6 millones de dólares, ha sido desarrollada por Xtreme Power y puede suministrar 24 MWh (24 millones de vatios durante una hora) y puntualmente llegar a picos de 36 MW durante intervalos de hasta 15 minutos.
La electricidad almacenada procede del parque eólico Notrees que tiene casi un centenar de aerogeneradores y capacidad para producir hasta 153 MW.
En New Scientist